OPINIÓN: Alto definitivo al fuego en Palestina: alcemos nuestra voz como latinos

POR CARLOS JOSE PEREZ SAMANO EL 24 DE NOVIEMBRE DEL 2023

Alto al genocidio. Cese inmediato al fuego en Palestina. 

Estamos siendo testigos de un genocidio histórico y tenemos que detenerlo. 

Y yo no me atrevería a usar esa palabra con ligereza, si no fuera porque leí la carta de renuncia que publicó hace unos días Craig Mokhiber, el Director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York en la cual declara que “Una vez más, somos testigos de un genocidio que se desarrolla frente a nuestros ojos” y en la cual, explica como desde la década de 1980 él ha investigado los derechos humanos en Palestina, e incluso ha vivido en Gaza como asesor de los Derechos Humanos para la ONU. Mokhiber declara que Israel está cometiendo un crimen de guerra.

El 15 de octubre, más de ochocientos expertos en genocidio, incluyendo sobrevivientes del holocausto, firmaron un anuncio público advirtiendo del genocidio que se ha producido como parte de el actual conflicto.

Tampoco me atrevería a usar la palabra genocidio si no fuera porque el pasado 19 de octubre, un grupo de más de 100 organizaciones de la sociedad civil, junto con seis académicos expertos en el tema del genocidio enviaron una carta a Karim Ahmad Khan, el fiscal en jefe de la Corte Penal Internacional, pidiéndole que dicte órdenes de detención contra funcionarios israelíes e investigue los nuevos crímenes cometidos en Palestina incluida la incitación al genocidio.

Tampoco me sentiría cómodo llamándolo genocidio, si no fuera por el video musical publicado este 19 de Noviembre por la televisión pública israelí, en donde vemos a varios niños israelíes cantando con voz angelical, “vamos a aniquilarlos a todos.”

Infinidad de TikToks de miembros del ejército israelí (IDF) refiriéndose a la población civil Palestina como si fueran animales.

Existe evidencia suficiente de que estamos frente a un genocidio.

Es mucho más fácil condenar acciones violentas del pasado, que asumir la responsabilidad que nos toca frente a lo que está pasando en estos momentos. Por eso es importante primero aceptar la realidad, por dura que sea. 

Lo primero que tenemos que hacer es aceptar que estamos frente a un genocidio. Es decir, que el gobierno de Israel está sistemáticamente tratando de aniquilar a la población Palestina solamente por el hecho de ser palestinos. Esto va más allá de una guerra. Incluso, hay también evidencia de que cuando se dio el ataque de Hamas el 7 de Octubre, los miembros del ejército Israelí atacaron a la misma población Israelí para tener motivo suficiente para contraatacar después.

En fin, esta columna no pretende hacer un recuento exhaustivo de los crímenes de guerra que el ejército Israelí está cometiendo para justificar sus intenciones de aniquilar a la población Palestina. Lo que sí pretende esta columna es hacernos sentir que no somos los únicos que estamos demandando un alto al fuego inmediato. 

Lo que busco el día de hoy es que seamos conscientes de que estamos siendo testigos de una masacre histórica y que como comunidad Latina nos corresponde actuar para detenerla.

Esta masacre no la van a detener los gobiernos. A pesar de que ya se pronunciaron en la Asamblea General casi todos los países a favor de un alto al fuego inmediato, excepto Israel, Estados Unidos y otros pocos. 120 vs.14. Esta masacre no la va a detener la ONU. Ojalá lo hiciera.

Esta masacre no la va a detener nuestras oraciones. Si nuestras oraciones funcionaran, ya habrían funcionado antes.

Esta masacre no la van a detener los medios de comunicación. Si la mayoría de los medios de comunicación en los Estados Unidos están comprados por las fuerzas de derecha que están a favor de la venta de armas al ejército Israelí. En lugar de ser perlas de esperanza, su impacto es a favor del exterminio. Malditos cobardes.

Eso también alimenta la realidad de su complicada relación con la policía. 

Esta masacre no la va a detener nuestras buenas intenciones, nuestras buenas vibras, nuestra buena fe.

Esta masacre no la va a detener la poesía. Ojalá.

Esta masacre la tenemos que detener nosotros. Tú, el que estás leyendo esto.

Nosotros, la comunidad Latina, Hispana, Chicana, e Indígena que hemos experimentado opresión, racismo, colonialismo y exterminio. Nosotros, los Puertorriqueños que sabemos lo que es ser desplazados de nuestro viejo San Juan, y de toda nuestra isla, somos testigos impotentes de cómo se les incentiva a los coloniales que lleguen a quitarnos las tierras que por años han pertenecido a nuestras familias. Nosotros los Chilangos que vemos día con día aumentar las rentas, subir los precios,  haciéndonos imposible sobrevivir con nuestros salarios. 

Nosotros los migrantes que tenemos que chingarle en dos o tres chambas por abajo del agua, con ID’s chuecas, y que a pesar de recibir salarios miserables, y pagar impuestos, no tenemos acceso a los servicios públicos.

Nosotros, los mal llamados Indígenas que durante más de 500 años hemos sufrido una brutal destrucción de nuestra historia, de nuestras tierras, de nuestra forma de pensar y de vivir el mundo.

Este genocidio la vamos a detener nosotros, los Dominicanos y Haitianos que sobrevivimos a la violencia española de la conquista como primer asentamiento de esclavos en lo que Europa llamó el nuevo mundo y que les permitió conquistarnos. 

Los Punjabis que sufrieron el exterminio de 100 millones a través de la invasión europea. 

Nosotros los Iraquíes que sufrimos y fuimos testigos de una invasión injustificada que mató a más de un millón de personas.

Vietnamitas, Congoleses, Ruandeses, Sirios, Yaquis, Sudaneses, Chiitas, Kurdos, Afganos, la lista podría continuar. 

La masacre la vamos a detener nosotros, los judíos antizionistas, que creemos que todos merecemos vivir.

Los gringos que sabemos que no necesitamos invadir. 

Nosotros los que somos capaces de preguntar en una junta en nuestros trabajos ¿qué vamos a hacer como institución para detener el fuego en Gaza? Nosotros, que en las escuelas enseñamos a los niños que existe una opresión sistemática. Nosotros, que escribimos no para una organización con una agenda política y religiosa, sino desde la compasión humana. 

Es ahora cuando tenemos que demostrar nuestra humanidad y exigir a nuestros representantes un alto al fuego inmediato. Es ahora cuando podemos hacer uso de nuestro derecho de manifestarnos pacíficamente y caminar en las calles que nos pertenecen para demostrar nuestro apoyo a la población de Gaza. Es ahora cuando debemos de considerar donar a las asociaciones de ayuda humanitaria que están arriesgando su vida con tal de salvar la mayor cantidad de vidas humanas posibles.

El día de hoy, mientras este texto pasaba por el proceso de edición, se acaba de anunciar una tregua de cuatro días. Esta noticia nos da un destello de esperanza, y sabemos que ha sido gracias a todas nuestras voces que unidas hemos implorado un alto al fuego. No desfallezcamos en nuestra demanda de un alto total a las agresiones. 

Estamos frente a un momento histórico y la historia nos exige que detengamos esta masacre. 

 
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